Todo comenzó con la constante propuesta, y una extraña incertidumbre.
Y concluye hoy con la paz y el gozo del Señor...
Hay tantas cosas por escribir, que no hayaría palabras para hacerlo...
Es simplemente eso: paz y gozo!!!
No sabía si podría aventurarme a hacer el viaje y participar de este campamento vocacional; no me encontraba bien, el comienzo de año fue duro; pero Dios mismo ordenó todo mi agitación y me condujo hacia Córdoba... me condujo hacia Él mismo.
Y allí poder compartir con tantas corazones rebosantes de alegría, de entusiasmo, de Amor...
A donde iba me sentía en casa porque Tú estabas allí;
en cada persona veía mi hermano porque Tú estabas en ellos...
Cuánto para agradecer!!! Cuánto para alabarte!!!
No me diste aquello que quería...
sino algo mucho mejor: aquello que necesitaba...
El impulso necesario para dar un paso más, para empezar a entregar aquello que tu mismo fuiste sembrando y cuidando en mi corazón.
No tengo más que eso, tu Amor...
Tu Amor que se dá, y me mueve a darme...
Y ahí también estas Tú, para que pueda hacerlo...
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