Fue casi un himno... pero a la vez llamada, propuesta, desafío, esperanza, fe:
Jesús, te seguiré,
donde me lleves iré,
muéstrame ese lugar donde vives,
quiero quedarme contigo allí.
donde me lleves iré,
muéstrame ese lugar donde vives,
quiero quedarme contigo allí.
Escuchando tus palabras,
algo nuevo nació en mí,
es que nunca nadie nos
había venido a hablar así.
Ahora veo claro, la verdad está en Ti.
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Hoy he visto como se aman
los que viven junto a Ti;
hace tiempo que sediento
había querido amar así.
Ahora siento que tu amor viene hacia mí.
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
Hoy he visto a los leprosos
sanos y a los ciegos ver,
hasta el pan multiplicaste
para darnos de comer.
¡Oh, Maestro mío, todo lo haces bien!
¡Aleluya! ¡Gloria al Señor!
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