Gentes... tal vez esta es sólo una señal de vida.
Tal vez lo habrán notado, tal vez no (la procesión va por dentro), pero debo confesar que luego de la Convivencia estoy así. Sin más que estar, con una inquietud terrible.
Y eso que tuvimos nuestro momento de alegría en el Carmelo cuando nuestra hermanita tomó los hábitos de novicia!!! :D ... D: pero nada, aquí sigo, luchando conmigo misma.
Y bueno, ya lo dijo San Pío de Pietrelcina: "La vida del cristiano no es más que un perpetuo esfuerzo contra sí mismo. El alma no florece sino merced al dolor".Pero en esta inquietud... no sé, algo raro pasa en mí... y es que siento la necesidad de hacer algo. En verdad hacerlo.
Me contento con saber que si viene del Señor, será; y será bueno... mientras tanto me inquieto, o espero... ¿Qué dicen?
Quedará para otro momento explicar qué sentí en la Convivencia, el por qué de esto interno, doloroso por momentos... o tal vez quede guardado sólo para enseñárselo a Él, quien desata aquello que nosotros enredamos más rápido que ninguno.
Bueno, Dios sabrá, no digo más.
Que Papá del Cielo los bendiga... y aguante como hace conmigo!!! Besos!!!
