lunes, 5 de enero de 2009

No sos vos, soy yo...

"Nos vimos agobiados tan por encima de nuestras fuerzas, que hasta perdimos la esperanza de seguir viviendo. Incluso llegamos a sentirnos inevitablemente sentenciados a muerte; pero así aprendimos a no confiar en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. El que nos libró de este peligro de muerte, nos seguirá librando; nos librará realmente aquel en quien hemos puesto la esperanza. Ustedes, por su parte, nos ayudarán con una oración, para que la gloria de Dios obtenida por intercesión de muchos sirva para que muchos den gracias a Dios por nuestra causa."
2Cor. 1,8b-11

Y así, tratando de superar complejos me encuentra el Señor, y confiando más en Él.
Pidiendo su liberación, que será aquella que me vea con la fortaleza tan anhelada, la aceptación enraizada y de autoexigencia despojada.
Y pidiendo a ustedes una oración, para que este alma siga en camino.

Gracias a Él, porque me ha dado la oportunidad de abrirme, de desahogarme, de hacer ese balance que de verdad importa; y de encontrar en mis más cercanos, aquellos que uno ya da tan por hecho que están, que ni los cuenta, la mirada piadosa del Padre.
Gracias Señor! Gracias Raúl y Mary! Los quiero mucho en Cristo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario