martes, 10 de agosto de 2010

Una pavada...

... que tal vez no lo es tanto.

A veces uno tiene esas locuras...
A veces uno quiere ser incomprendido...
Para saber que sigo siendo yo,
y no lo que todo el mundo.

... ¿Crisis de identidad? ¿A esta altura? ¿Y después que me queda? No lo sé.
Es extraño pensar que esto en un momento lo dije realmente, a una amiga muy amiga.
El comentario paso como pasan muchas cosas, como pasan hojas en Otoño... pero como un ruido molesto siguió sonando en mi mente:
¿Por qué uno tan ingenuo de seguir buscándose por esta vida? ¿Por qué querer ser alguien diferente? ¿Acaso sigo en la rebeldía de cuando adolescente?

Imagen, imagen... Tú me has creado así, Señor. Con estas inquietudes también. Con estas niñadas.
He de aceptarme así, ingenua, ilusa... ¡Esto que soy al fin y al cabo es lo más lindo que puedo tener! ¡Y de aquí he de partir!

"No importa si tallas una lágrima... No importa si ella rima con la vida...
No importa si tu verso es doloroso... ¡Que estemos nuevamente al empezar...!
¡Vamos inventemos nuevas sendas! ¡La esperanza es la canción vital!
¡Hay que abrir al sol todas las puertas! ¡Y el mañana echar a caminar...!
¡Vamos hay que andar! ¡Vamos hay que andar!"

:) ¡Buenas noches a todos... Si hay alguien! :)

¡Mi mayor rebeldía es ir con la corriente y me gusta...!

2 comentarios:

  1. Esto que somos es lo que Dios quiere que seamos. Nuestra nada incomprendida, nuestra miseria inaudita... nosotros mismos bah... así, tal como somos nos ama el Señor... Y no pretende nada de nosotros, si nada podemos darle. Sólo quiere que lo amemos y por el amor que le tenemos que le entreguemos la nada que somos...

    ResponderEliminar
  2. Nunca mejor dicho Anonimo!!!
    Y que bueno que sea así!!!

    Llevamos un tesoro en una vasija de barro para que todos vean que este poder no es nuestro!!! :D

    Y así en nuestra debilidad se manifiesta la fuerza del Señor!!!

    Un abrazo grande Anonimo!!! :D

    ResponderEliminar